De esos que dejan huella aunque no haya barro.

jueves, 16 de septiembre de 2010



¿Recordais cuando erais pequeños y mordíais a otro niño sin querer en el recreo?, el maestro decía pídele perdón, lo decíamos pero no lo pensábamos, porque el mocoso al que le habíamos mordido se lo merecía. Pero cuando creces disculparse no es tan fácil, cuando acaban los días de recreo hay que decirlo en serio, pero cuando lo sentimos, y lo utilizamos como es debido, cuando lo pensamos, cuando nuestras acciones dicen más que las palabras, cuando lo hacemos bien, lo siento, es perfecto.

Pd: Buen estreno, os dejo algunas fotos de las que me hecho con la cámara nueva, ya iré poniendo más.

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