De esos que dejan huella aunque no haya barro.

viernes, 13 de agosto de 2010


Y ahí te quedas, enfrente del tren, viendo como se aleja. Ya no puedes verle, pero aun sigues ahí, de piedra y con la boca abierta. No te dio tiempo a soltar un "te echaré de menos". Lo único que te salió fue un suave adiós y al besarlo le pasaste tu alma y sin saberlo él se la llevo.
Por eso tú estas ahí, parada como una tonta, mirando donde antes estaba y ahora no. Mirando el suelo que pisó y ya no volverá a pisar. Y la gente pasando rápido a tu alrededor, y no se da cuenta de que te quedaste sin corazón y te empujan al andar. Y tú te enfadas, porque allí fue donde te besó y quizás si cierras los ojos y esperas un momento estará de vuelta ahí, junto a ti. A tu lado diciéndote que se queda, que no puede vivir sin ti.

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